martes, 11 de mayo de 2010

CRITERIOS DE EVALUACION (Criterios y procedimientos para evaluar el aprendizaje, el rendimiento y el desarrollo de capacidades)

Tradicionalmente la evaluación basada en un criterio se relaciona con el o los objetivos a alcanzar por medio del proceso de enseñanza-aprendizaje. La educación vista así es el fruto de la relación entre los objetivos preestablecidos y los resultados logrados por el educando en dirección a aquellos. Sin embargo, los docentes del Área de Humanidades, amparados en los nuevos enfoques evaluativos, en lo reglamentado en el Decreto 1860 de 1994 y Decreto 2790 entenderemos la evaluación como un proceso continuo, integral y cualitativo que se expresará en informes descriptivos que se enmarquen dentro de las características señaladas. En este sentido dentro de los cuatro criterios que se describen como más usuales al evaluar (situaciones ideales, situaciones previas, entidades similares y objetivos preestablecidos), debemos centrar la evaluación en el criterio de las situaciones similares, es decir, debemos observar el proceso que sigue cada uno de nuestros estudiantes y evaluarlos de acuerdo a su nivel y ritmo de aprendizaje. Generalmente las condiciones físicas nos llevan a enseñar masivamente lo mismo para todos y esperamos que todos respondan exactamente igual, por esto elaboramos los mismos exámenes y utilizamos los mismos criterios.

No debemos olvidar que lo que estamos evaluando no son objetos sino sujetos. Por ello haremos énfasis en el criterio de las situaciones previas, es decir, nos interesaremos por saber qué sabe el estudiante en un momento determinado y cómo evoluciona hasta llegar al logro final. Esto implica que realicemos evaluaciones diagnósticas y evaluaciones formativas, de manera que los logros terminales contengan como criterios las situaciones previas, las experiencias anteriores, que son las que hacen significativas el crecimiento físico, el intelectual o el moral.

En cuanto a los objetivos preestablecidos como criterios tendremos en cuenta aquellos sobre los cuales nos hemos puesto de acuerdo y que esperamos que los estudiantes desarrollen como aceptables en lo relacionado con los conocimientos lingüísticos, las habilidades comunicativas o los valores que se deben poner en práctica de acuerdo a nuestra cultura, es decir, a la hora de evaluar, compararemos lo que el estudiante demuestra haber alcanzado con los logros propuestos. En todo caso nuestro ideal será individualizar la evaluación y respetar la capacidad de aprendizaje del alumno frente a las diversas opciones o modalidades con las cuales el estudiante pueda ser evaluado.

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