lunes, 27 de diciembre de 2010

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¡BIENVENIDOS AL BLOG DEL AREA DE LENGUAJE!


Hola, este es nuestro sitio en la red en donde difundiremos información textual y gráfica sobre las características, desarrollos y todas las actividades propias del área de humanidades.

Esperamos contar con la participación activa de todos los docentes del área y también los de preescolar y básica primaria quienes hacen parte de la articulación y son base fundamental para el desarrollo de los estándares de lenguaje en el nivel de secundaria.

El blog se propone como un espacio que también permita la participación de los estudiantes mediante actividades directas que el docente pueda organizar o a través de enlaces relacionados con el fin de que el estudiante realice lecturas de apoyo o de consulta o cualquier otro tipo de actividad planeada por el docente.

martes, 11 de mayo de 2010

LOS ESTÁNDARES BÁSICOS DE COMPETENCIAS


Un estándar es un criterio claro y público que permite juzgar si un estudiante, una institución o el sistema educativo en su conjunto cumplen con unas expectativas comunes de calidad; expresa una situación deseada en cuanto a lo que se espera que todos los estudiantes aprendan en cada una de las áreas a lo largo de su paso por la Educación Básica y Media, especificando por grupos de grados (1º. a 3º, 4º. a 5º., 6º. a 7º., 8º. a 9º. y 10º. a 11º.) el nivel de calidad que se aspira a alcanzar.

Los Estándares Básicos de Competencias se constituyen en una guía para:

El diseño del currículo, el plan de estudios, los proyectos escolares e incluso el trabajo de enseñanza en el aula;

La producción de los textos escolares, materiales y demás apoyos educativos, así como la toma de decisión por parte de instituciones y docentes respecto a cuáles utilizar;

El diseño de las prácticas evaluativas adelantadas dentro de la institución;

La formulación de programas y proyectos, tanto de la formación inicial del profesorado, como de la cualificación de docentes en ejercicio.

Igualmente, los estándares se constituyen en unos criterios comunes para las evaluaciones externas. Los resultados de estas, a su vez, posibilitan monitorear los avances en el tiempo y diseñar estrategias focalizadas de mejoramiento acordes con las necesidades de las regiones e, incluso, de las instituciones educativas.

A la fecha el Ministerio de Educación Nacional ha entregado al país los estándares correspondientes a lenguaje, inglés, matemáticas, ciencias sociales y ciencias naturales y competencias ciudadanas.
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ESTRUCTURA DE LOS ESTÁNDARES BÁSICOS DE COMPETENCIAS DEL LENGUAJE


Los Estándares Básicos de Competencias del Lenguaje han sido definidos por grupo de grados, a partir de cinco factores de organización, a saber:

• Producción textual
• Comprensión e interpretación textual
• Literatura
• Medios de comunicación y otros sistemas simbólicos
• Ética de la comunicación
El factor denominado Literatura supone un abordaje de la perspectiva estética del lenguaje. La Ética de la comunicación es un aspecto de carácter transversal que deberá abordarse en relación solidaria con los otros cuatro factores; a su vez, la gramática y el desarrollo cognitivo aparecen de forma implícita en todos los factores.

Con esta organización de los estándares se recogen de manera holística los ejes propuestos en los Lineamientos para el área y se fomenta el enfoque interdisciplinario y autónomo por el que propugnan estos últimos. De esta manera, se proponen estándares que activan en forma integral los procesos a que aluden los ejes de los lineamientos, que son:

1. Procesos de de construcción de sistemas de significación;
2. Procesos de interpretación y producción de textos;
3. Procesos culturales y estéticos asociados al lenguaje: el papel de la literatura;
4. Principios de interacción y procesos culturales implicados en la ética de la comunicación y
5. Procesos de desarrollo del pensamiento.

Queda visto, entonces, cómo en esta propuesta de estándares se potencian los procesos referidos en los ejes expuestos en los Lineamientos -sin aislarlos- y se propone su desarrollo a partir del diálogo efectivo y enriquecedor entre ellos.

LA SECUENCIALIDAD EN LOS ESTÁNDARES

Los Estándares Básicos de Competencias del Lenguaje están organizados de manera secuencial, atendiendo a grupos de grados, de tal forma que los de un grupo de grados involucran los del grupo anterior, con el fin de garantizar el desarrollo de las competencias de lenguaje, en afinidad con los procesos de desarrollo biológico y psicológico del estudiante. El desarrollo de un estándar no se da por enseñar temas aislados sino por la permanente práctica en uno y otro grado, con distinto nivel de complejidad.

EL AREA DE HUMANIDADES

El presente proyecto hace referencia al área de humanidades, como área obligatoria dentro del plan de estudios de nuestra institución y la forma cómo se han definido y desarrollan sus diferentes componentes conformes los lineamientos de nuestro Ministerio de Educación Nacional.

En este marco denominamos “área de humanidades” al área que se ocupa de la lengua castellana (y sus diversas manifestaciones, la literatura) y los idiomas extranjeros (inglés para nuestro caso). Estas ramas del saber se han estructurado en asignaturas o materias, aunque el idioma inglés en la práctica se propone como área independiente a fin de evaluarlo de mejor manera, entendiendo así su diferencia estructural de la lengua castellana. Esta separación con fines evaluativo, no margina al idioma extranjero dentro de la visión de conjunto de las humanidades.

De igual manera, el aspecto literario también se le ha otorgado independencia de asignatura en cuanto a que el componente literario se asume como elemento fundamental y no como un simple comodín al cual se puede o no acudir para el desarrollo de las habilidades básicas de la lengua castellana. Es decir, la literatura se asumirá con vida propia en su dimensión artística y lúdica, buscando que el estudiante no solo lea lo que otros han escrito, sino que también tenga la oportunidad de explorar y desarrollar su vocación por el oficio literario y la valoración estética que ello entraña.

En consecuencia, lengua castellana español o lenguaje y literatura se estructuran en el presente proyecto con una visión integral, tomando como referencia los estándares de lenguaje definidos dentro de nuestro sistema educativo colombiano y estudiado por los docentes de nuestro departamento de lenguaje.

Como proyecto de área se plantea como un instrumento propicio para articular el proceso en torno al aprendizaje y conocimiento de la lengua desde el nivel preescolar hasta la media básica, asumiéndolo como un reto frente a la exigencia de orientar al estudiante hacia el pleno desarrollo de sus competencias comunicativas, coherente ello con la evolución misma que tiene el estudiante dentro de sus años de maduración del lenguaje. Es así como debemos apoyarnos con particular interés en el nivel preescolar, nivel educativo cuyo marco de referencia tiene como base en su aspecto legal, la Constitución Política Nacional, en la cual se define el tipo de país, sociedad y ciudadano que se quiere formar, y las instituciones que lo hacen posible, y la Ley General de Educación y sus decretos reglamentarios. Además, en la práctica educativa de este nivel infantil deben tenerse en cuenta además los enfoques sociológicos, antropológicos, epistemológicos, psicológicos y pedagógicos.

Somos conscientes que intentar aproximarnos a un conocimiento integral sobre los niños que atendemos en preescolar nos remite necesariamente a la comprensión de sus dimensiones de desarrollo, desde su propia individualidad y del medio social y cultural que condiciona su visión de la vida. Por ello es responsabilidad del docente y del adulto responsable del niño involucrarse en el proceso de evolución que vive durante este período de vida, interactuando con sus diversas vivencias de aprendizaje a fin de motivarlo al desarrollo de sus facultades físicas y mentales.

Desde las diferentes disciplinas que contribuyen al proceso de formación integral del niño se reconoce la importancia del sentido que adquieren para su desarrollo lo que él construye a través de la experimentación, reflexión e interacción con el mundo físico y social, lo cual lleva a afirmar, que el niño debe compartir, actuar y disfrutar en la construcción de aquello que aprehende. En este sentido podría definirse el desarrollo como la integración de conocimientos, de maneras de ser, de sentir, de actuar, que se suscitan al interactuar consigo mismo, con sus padres, con sus pares, docentes, con los objetos del medio como producto de la experiencia vivida.

Como ser humano, el niño se desarrolla como totalidad, tanto su organismo biológicamente organizado, como sus potencialidades de aprehendizaje y desenvolvimiento funcionan en un sistema compuesto de múltiples dimensiones: socio-afectiva, corporal, cognitiva, comunicativa, ética, estética y espiritual. Es fundamental la visión integral que se tenga de estas dimensiones al interactuar con el niño y al formular los indicadores de competencias, no suponiendo el orden en que se estructuren una jerarquía de importancia de unas sobre otras. Lo importante es reconocer el contexto social y cultural del niño para una mejor comprensión del ser y del quehacer en su grupo, al igual que sus ritmos y tiempos particulares de aprehendizaje a través de los cuales manifiesta y logra su desarrollo. Esta visión debe estar inmersa en las orientaciones de los distintos proyectos de áreas que conforman nuestro plan de estudios. Tal propósito requiere, por supuesto, el trabajo articulado e interdisciplinario entre los docentes de los distintos niveles.

En lo que corresponde específicamente al área de lenguaje nos compete apoyar y desarrollar en profundidad, y a largo plazo, la dimensión comunicativa del niño, la cual se orienta a expresar conocimientos y fenómenos de la realidad, a construir mundos posibles, a establecer relaciones para satisfacer necesidades, formar vínculos afectivos, expresar emociones y sentimientos.

En la edad preescolar el interés por el mundo físico y de los fenómenos se profundiza y no se limita a las propiedades sensoriales de los objetos, sino a cualidades más esenciales que el niño no logra por sí mismo a través de los sentidos. Para descubrirlas, comprenderlas y asimilarlas, necesita de un interlocutor, quien aparece ante el niño como dinamizador de sus discusiones y confrontaciones. Y esta posibilidad de comunicación se la brindan sus pares, familias y docentes encontrando solución a tareas complejas.

Para el niño de preescolar, el uso cotidiano del idioma, su lengua materna en primera instancia, y de las diferentes formas de expresión y comunicación, le permiten centrar su atención en el contenido de lo que desea expresar a partir del conocimiento que tiene o va elaborando de un acontecimiento, constituyéndose el lenguaje en la forma de expresión de su pensamiento. Por tanto, las oportunidades que facilitan y estimulan el uso apropiado de un sistema de forma comprensiva y expresiva potencian el proceso de pensamiento.

Toda forma de comunicación que establece el niño se levanta sobre las anteriores, las transforma en cierta medida, pero de ninguna manera las suprime, a mayor edad del niño, con mayor flexibilidad utiliza todos los medios a su alcance. Entre más variadas y ricas son sus interacciones con aquellos que lo rodean y con las producciones de la cultura, más fácilmente transforma sus maneras de comunicarse, enriquece su lenguaje y expresividad e igualmente diversifica los medios para hacerlo mediante la apropiación de las nuevas posibilidades que le proporciona el contexto.

Mientras las primeras comunicaciones en el niño por fuera del ámbito escolar consisten en el establecimiento de contactos emocionales con otras personas, en el niño de preescolar (de primera infancia a cinco años) se van complejizando y ligando a su interés por relacionarse y aprehender, gracias a las estructuras y formas de conocimiento que ya ha logrado o que están en pleno proceso de construcción.

Es con esta visión, entonces, que el departamento de humanidades asume desde preescolar el proceso de aprendizaje y maduración en torno a las asignaturas que conforman nuestra área, entendiendo claramente que la articulación con el nivel preescolar es una exigencia si en verdad se quiere contar con proyecto lúdico-pedagógico que integre las diferentes áreas del conocimiento y así responder a la forma globalizada e interdisciplinaria en que por sí mismos los niños descubren y conocen las primeras nociones del mundo que los rodea.

FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA DE LAS ASIGNATURAS DEL AREA


Asignatura de lengua castellana

El castellano como asignatura es el conjunto de saberes teóricos-prácticos tendientes al conocimiento y buen uso de la lengua materna.

El lenguaje y el pensamiento son, con el trabajo, los medios fundamentales de desarrollo del hombre. Trabajo, pensamiento y lenguaje nacen simultáneamente y son prácticamente inseparables.

Es necesario recordar la diferencia entre el lenguaje y lengua. Por lenguaje debemos entender esa capacidad de la cual están dotados los seres humanos y que les permiten significar y vincularlos con la realidad. El lenguaje como tal es un fenómeno exclusivamente humano, ningún otro ser de la naturaleza posee una forma de comunicación articulada e inteligente como la del hombre.

Sin embargo, la capacidad y posibilidad de producir y comprender mensajes, es decir, la capacidad de comunicación no es exclusiva del hombre. También los animales logran, de una u otra forma comunicarse. Por eso, en sentido amplio, se habla, por ejemplo, del lenguaje de la pintura, de la música, de los gestos, de las hormigas, etc. Pero entre la comunicación lingüística articulada propia del hombre y la comunicación no lingüística animal existen diferencias, las cuales, en términos generales, citamos a continuación:

 El hombre produce, reproduce, aumenta o disminuye información sobre hechos que experimenta directamente o sobre lo que alguien le ha comunicado. El animal no elabora un mensaje a partir de otro mensaje.

 El hombre elabora, según los contextos, un mensaje con un número mayor o menor de elementos o palabras. El animal siempre maneja un número restringido y permanente de elementos.

 El hombre no repite de manera idéntica una información; en cada mensaje que elabora deja entrever su subjetividad. El animal, en tanto, produce el mensaje siempre de manera idéntica sin que en el mensaje se puedan identificar rasgos de individualidad.

 El hombre internaliza el número de sonidos finito y limitado que tiene su lengua materna o la lengua que habla la comunidad en que interactúa. Con ese número finito de sonidos puede producir un número infinito de mensajes. El animal, en cambio, con los sonidos que emite, produce un número finito de mensajes.

El lenguaje de los humanos se materializa a través de la lengua. La lengua es un sistema de signos y como tal se establecen relaciones entre sus elementos, dependiendo unos de otros. La lengua se constituye en un hecho colectivo y social porque surge con las relaciones de los hombres entre sí, en la práctica transformadora de la realidad, como medio del pensamiento y la significación.

La lengua castellana es un sistema que conforma una unidad, sus elementos fonéticos, fonológicos, morfosintácticos y semánticos están interrelacionados y cada uno influye sobre los demás. Al aproximarse a ella como unidad, se le puede considerar bajo dos aspectos: como instrumento de comunicación y de pensamiento y como objeto de conocimiento científico.

La estructura del Área de Humanidades se fundamenta en la concepción de la lengua como un hecho social que se desarrolla junto con el pensamiento, en la práctica social, como respuesta a la necesidad de comunicación de los seres humanos.

Por medio de la lengua logra el hombre comunicarse y expresarse conscientemente en sus actividades cotidianas, científicas, técnicas, literarias, etc., escuchando y hablando, leyendo y escribiendo sobre la realidad y aplicando en estas actividades -ya sea consciente o inconscientemente- las estructuras fonética, fonológica, morfo-sintáctica y semántica de la lengua.

La lengua se muestra como instrumento de comunicación, pensamiento y conocimiento sobre la realidad. Por el hecho de existir en la realidad y de tener su propia estructura se constituye en objeto de conocimiento y de estudio científico.

Todo lo anterior nos lleva a reconocer que el lenguaje es una de las capacidades que más ha marcado el curso evolutivo de la especie humana, pues gracias a él los seres humanos han logrado crear un universo de significados que ha sido vital para buscar respuestas al porqué de su existencia; interpretar el mundo y transformarlo conforme a sus necesidades; construir nuevas realidades; establecer acuerdos para poder convivir con sus congéneres; y expresar sus sentimientos a través de una carta de amor, una pintura o una pieza de teatro.

El lenguaje tiene un valor subjetivo para el ser humano, como individuo, en tanto se constituye en una herramienta cognitiva que le permite tomar posesión de la realidad, en el sentido de que le brinda la posibilidad de diferenciar los objetos entre sí, a la vez que diferenciarse frente a estos y frente a los otros individuos que lo rodean, estos es, tomar conciencia de sí mismo. Este valor subjetivo del lenguaje es de suma importancia para el individuo puesto que, de una parte, le ofrece la posibilidad de afirmarse como persona, es decir, constituirse en ser individual, definido por una serie de características que lo identifican y lo hacen distinto de los demás y, de otra parte, le permite conocer la realidad natural y socio-cultural de la que es miembro y participar en procesos de construcción y transformación de esta.

Es claro, entonces, que el lenguaje es la capacidad humana por excelencia, que lleva al ser humano a apropiarse conceptualmente de la realidad que lo circunda y ofrecer una representación de esta conceptualización por medio de diversos sistemas simbólicos.

Además de este valor subjetivo, el lenguaje posee una dimensión social para el ser humano, en la perspectiva de ser social, en la medida en que le permite establecer y mantener las relaciones sociales con sus semejantes, esto es, le posibilita compartir expectativas, deseos, creencias, valores, conocimientos y, así construir espacios conjuntos para su difusión y permanente transformación.

En cuanto a este valor social, el lenguaje se torna, a través de sus diversas manifestaciones, en eje y sustento de las relaciones sociales. Gracias a la lengua y la escritura, por ejemplo, los individuos interactúan y entran en relación unos con otros con el fin de intercambiar significados establecer acuerdos, sustentar puntos de vista, dirimir diferencias, relatar acontecimientos, describir objetos. En fin, estas dos manifestaciones del lenguaje se constituyen en instrumentos por medio de los cuales los individuos acceden a todos los ámbitos de la vida social y cultural.

Las diferentes manifestaciones del lenguaje

Como se ha visto, el lenguaje es una capacidad humana que permite, entre otras funciones, relacionar un contenido con una forma, con el fin de exteriorizar dicho contenido. Esta exteriorización puede manifestarse de diversos modos, bien sea de manera verbal, bien sea a través de gestos, grafías, formas, colores, etc. Por tanto, son las múltiples manifestaciones del lenguaje, y no sólo la lengua, las que brindan a las personas la posibilidad de apropiarse del entorno e intervenir sobre la realidad social de formas muy ricas, diversas y complejas. Tal planteamiento se ha tenido en cuenta en la manera como están estructurados los Estándares Básicos de Competencias del Lenguaje.

Dentro de las distintas manifestaciones de la actividad lingüística, sean de naturaleza verbal o no verbal, se dan dos procesos: la comprensión y la producción. La comprensión hace referencia al proceso por medio del cual el hablante genera significado, ya sea con el fin de expresar su mundo interior, transmitir información o interactuar con los otros. Mientras tanto, la comprensión tiene que ver con la búsqueda y reconstrucción del significado y sentido que implica cualquier manifestación lingüística.

La comprensión y producción implican la presencia de actividades cognitivas básicas como la abstracción, el análisis, la síntesis, la inferencia, la inducción, la deducción, la comparación, la asociación. Encontramos, entonces, que los estándares de lenguaje se orientan hacia el desarrollo y el dominio de estas capacidades expresivas y comprensivas de los estudiantes (en lo verbal y en lo no verbal) que les permitan, desde la acción lingüística sólida y argumentada, interactuar activamente con la sociedad y participar en la transformación del mundo.

Las grandes metas de la formación en lenguaje en la Educación Básica y Media.

Se plantea que la formación que debe darse alrededor de la enseñanza y desarrollo de la capacidad lingüística debe orientarse hacia el enriquecimiento de seis dimensiones a saber:

 La comunicación: formar individuos capaces de interactuar con sus congéneres, esto es, relacionarse con ellos y reconocerse (a la vez que reconocerlos) como interlocutor capaz de producir y comprender significados, de forma solidaria, atendiendo a las exigencias y particularidades de la situación comunicativa.

 La transmisión de información: además de posibilitar la relación intersubjetiva, las manifestaciones del lenguaje permiten que los individuos puedan llevar información nueva a los otros. Según esto, sistemas como la lengua, la pintura, el cine, la literatura, la matemática, entre otros, le brindan al individuo la opción de transmitir informaciones (conceptos, datos, cifras, concepciones ideológicas, hipótesis, teorías…) acerca de la realidad, natural o cultural, sea perceptible o no, de tal forma que se convierten en medios que permiten la formalización del conocimiento que la inteligencia humana ha ido construyendo, a la vez que permiten tener acceso al mismo.

 La representación de la realidad: el lenguaje permite organizar y darle forma simbólica a las percepciones y conceptualizaciones que ha adelantado el individuo, pues a través del lenguaje –y gracias a la memoria- puede construir y guardar una impronta conceptual de la realidad, organizada y coherente, que constituye el universo del significado y del conocimiento que tiene de la realidad.

 La expresión de los sentimientos y las potencialidades estéticas: el lenguaje nos brinda unas posibilidades subjetivas con las cuales surgen las expresiones emotivas y artísticas. Así, diversas manifestaciones del lenguaje le brindan al individuo la posibilidad de expresar sus sentimientos más personales, en modalidades como el diario íntimo, la literatura, la pintura, la música, la caricatura, el cine, la escultura.

 Ejercicio de una ciudadanía responsable: este ejercicio es viable a través del lenguaje, porque con él los seres humanos expresan la visión que han construido del mundo, del entorno, de su forma de relacionarse con éste y con sus congéneres, lo cual supone usos del lenguaje en los que una ética de la comunicación propicia la diversidad, el encuentro y el diálogo de culturas, a la vez que se constituye el cimiento de la convivencia y del respeto, pilares de la formación ciudadana.

 El sentido de la propia existencia: al poseer el lenguaje un doble valor (subjetivo y social), se constituye en una herramienta que repercute en la formación de individuos autónomos, capaces de pensar, construir, interpretar y transformar su entorno, haciendo valer su condición de seres humanos únicos y diferenciados, aunque iguales a los demás en derechos, responsabilidades y potencialidades.

5. La pedagogía de la lengua castellana

Para poder desarrollar cabalmente las competencias que permiten a los estudiantes comunicarse, conocer e interactuar con la sociedad, desde este campo se considera que la actividad escolar debe contemplar no solamente las características formales de la lengua castellana (a su modo tradicional) sino, y ante todo, sus particularidades como sistema simbólico.

La pedagogía de la lengua castellana debe centrar su foco de atención e interés en el desarrollo de la competencia comunicativa de los estudiantes, en el sentido de que estén en condiciones de identificar el contexto de comunicación en el que se encuentran y, en consecuencia, saber cuándo hablar, sobre qué, de qué manera hacerlo, cómo reconocer las intenciones que subyacen a todo discurso, cómo hacer evidentes los aspectos conflictivos de la comunicación, en fin, cómo actuar sobre el mundo e interactuar con los demás a partir de la lengua y, desde luego, del lenguaje. Se trata, entonces, de que los estudiantes enriquezcan el desempeño social mediante el empleo de la lengua castellana en los diferentes contextos en que ellos lo requieran.

Lo anterior no significa dejar a un lado el trabajo en el campo gramatical. Significa estudiar la lengua desde una perspectiva discursiva y llevar a cabo un acercamiento a los fenómenos gramaticales en que se hacen evidentes: a) las necesidades cognitivas del estudiante; b) el estudio de la gramática desde las exigencias que plantee la construcción de discurso y, c) los aportes que la gramática ofrece para la construcción de los procesos de significación y de comunicación.

La pedagogía de otros sistemas simbólicos

Como se ha dicho, la capacidad del lenguaje posibilita la conformación d sistemas simbólicos para que el estudiante formalice sus conceptualizaciones. Estos sistemas tienen que ver con lo verbal (lengua castellana, para este caso) y lo no verbal (gestualidad, cine, video, radio comunitaria, graffiti, música, pintura, escultura, arquitectura, entre otras opciones), sistemas estos que se pueden y deben abordar y trabajar en el ámbito escolar, si se quiere hablar en verdad en una formación en lenguaje.

LA LITERATURA


La literatura, como asignatura, es una disciplina que estudia, con base en la teoría literaria, la historia literaria y la historia en general, las obras, formas y movimientos y proporciona los fundamentos para la creación literaria.

El hombre, a partir de la experiencia cotidiana, elabora un producto social de carácter literario, el cual se materializa a través de la obra de arte que viene a responder a una concepción estética del mundo y constituye un instrumento de placer estético. A través de la obra literaria, el artista recrea la realidad explicándola, aclarándola y reafirmando simbólicamente su carácter objetivo.

El arte ayuda al hombre en su proceso de transformación de la naturaleza y la sociedad, al proporcionarle conocimientos sobre la realidad. En el arte hay un acto de comunicación porque el artista transmite a los otros hombres su visión del mundo, influyendo de esa manera sobre los que reciben su mensaje.

La función esencial de la literatura es re-crear la realidad.

El escritor en su contacto con el mundo capta aspectos que quisiera transformar y observa vacíos que quisiera llenar. Esto lo motiva, y lo justifica, para valerse de la imaginación y del lenguaje con los cuales critica la realidad que quiere transformar y construye para el mundo que quiere llenar, creando así una nueva realidad: la realidad literaria. Recordemos que el acto de leer y escribir profundiza la visión del mundo.

La literatura, en general, se constituye en:

 Fuente de comunicación porque el poeta, el dramaturgo o el narrador quieren comunicar algo: su visión del mundo, su ideología, sus valores y sentimientos y establecen un diálogo con el lector, quien recibe el mensaje y es influenciado por él.

 Fuente de placer estético porque la belleza del lenguaje literario, íntimamente unido al contenido que se expresa a través de él, le proporciona al lector placer y entretenimiento.

 Fuente de conocimiento porque el escritor re-crea la realidad a través de su visión del mundo y por medio de su imaginación, le proporciona al lector el modo artístico de entender esa realidad y tomar una posición frente a ella y el artista mismo, con su trabajo, llega a conocerla mejor.

La obra literaria es un hecho social; es el producto del trabajo de un hombre, miembro de una sociedad, en un momento y en un lugar determinados, el cual refleja las relaciones socio-económicas que se dan en esa sociedad.

Esto es básico para entender la literatura como intérprete de las relaciones sociales. Además recordemos que en el arte deben manifestarse las relaciones que ni la opinión general, ni la ciencia pueden captar y explicar.

Este enfoque de la literatura conduce al logro de unos objetivos fundamentales: desarrollar en el educando la capacidad para disfrutar de la literatura y valerse de ella como fuente de conocimiento acerca de la realidad. Para lo primero, será necesario despertar el interés del estudiante y desarrollar el hábito de la lectura, teniendo en cuenta sus intereses y su grado de desarrollo psicológico.

Para lo segundo, la literatura como instrumento que ayuda a explicar la realidad, será necesario correlacionar las lecturas con los contenidos que se vayan desarrollando en áreas como Ciencias Sociales, de manera que el educando vea la relación que existe entre la situación económico-político-social de una determinada época histórica con la literatura que se produce durante esa misma época. Esto es válido para las otras áreas y la modalidad técnica, con la cual se buscará establecer una mayor integración. Para cada uno de estos casos habrá que respetar los intereses del estudiante y su nivel de comprensión.

La pedagogía de la literatura

La pedagogía de la literatura obedece a la necesidad de consolidar una tradición lectora en los estudiantes a través de la generación de procesos sistemáticos que aporten al desarrollo del gusto por la lectura, es decir, al placer de leer poemas, cuentos y otros productos de la creación literaria que llenen de significado la experiencia vital de los estudiantes y que, por otra parte, les permitan enriquecer su dimensión humana, su visión de mundo y su concepción social a través de la expresión propia, potenciada por la estética del lenguaje.

Se propende por una pedagogía de la literatura centrada básicamente en la apropiación lúdica, crítica y creativa de la obra literaria por parte del estudiante; es decir, se espera que conozca el texto, lo lea, lo disfrute, haga interferencias, predicciones, relaciones y, finalmente, interpretaciones. Pero también se espera que ese contacto con la literatura le permita explorar, enriquecer y expresar la dimensión estética de su propio lenguaje. Para ello, se parte del criterio de leer todo tipo de textos, de cualquier época, región, autor, género y temática, pues lo más importante en este campo es lo que, desde el papel del docente, se pueda hacer con la obra literaria, y no tanto “qué tipo de texto leer”; es decir, se pretende que se lea la obra con una perspectiva de análisis que favorezca el desarrollo de procesos psicológicos superiores como los implicados en el pensamiento, la creatividad y la imaginación.

Y, finalmente, si bien el objetivo apunta al desarrollo de una tradición lectora que aporte a la comprensión, interpretación y disfrute del texto literario, también se debe estimular la capacidad productiva de los estudiantes, es decir, estimular y propiciar la escritura con intención literaria: cuentos, socio-dramas, poemas, ensayos, etc. De tal forma que puedan expresar sus formas particulares de sentir, ver y recrear el mundo, a la vez que desarrollen su producción escrita, teniendo en cuenta que el texto literario aporta al mejoramiento de las capacidades expresivas, imaginativas y cognitivas de los estudiantes.

JUSTIFICACION DEL AREA

Lengua castellana

El estudio de la lengua se justifica porque es ella el instrumento fundamental que los seres humanos hemos desarrollado para conocer, pensar y hablar de los objetos y fenómenos de la realidad. El hombre, siendo parte de la realidad, interactúa con ella, conociéndola y transformándola con su trabajo; para ello necesita comunicarse con los otros hombres. Para comunicarse requiere de un instrumento que le permita conocer, pensar y hablar de la realidad; ese instrumento es la lengua.

En nuestro caso particular nos corresponde fortalecer la adquisición de la lengua castellana pues ésta, dentro de otras que existen, es la que predomina en nuestro país, constituyéndose así en idioma oficial de Colombia, tal como ha quedado establecido en la Constitución Política de Colombia. El estudio de nuestra lengua materna es esencial dentro del plan de estudios, pues gracias a ella se establece una relación entre las demás áreas del conocimiento y es el instrumento para el desarrollo de cualquier asignatura. Gracias al estudio de la lengua se realiza el proceso de socialización y se entra en contacto con las diversas disciplinas.

Según los planteamientos de Luis Ángel Baena, la asimilación de la lengua es un proceso de integración progresiva del niño en la comunidad verbal. Durante dicho proceso, él toma conciencia de sí mismo, de la realidad social y cultural a la que pertenece y a la cual promueve con su existencia. El proceso humano de elaboración de la realidad objetiva, natural y social (proceso de significación) se asume en términos de categorías conceptuales, pragmáticas y socioculturales; en consecuencia, precisamente por esta característica fundamental, el lenguaje puede considerarse tanto instrumento de interacción como configurador de conocimiento. Estos procesos ocurren básicamente en el seno de la familia, que es donde se da lo que se denomina socialización primaria, la cual debe entenderse como la instalación del sujeto en el mundo simbólicamente preestructurado de los padres.

Sobre la base de tales procesos de socialización primaria, sobrevienen los de “socialización secundaria”, relacionados con la instalación de los sujetos en una diversidad de roles dentro de distintos contextos de interacción (elementos determinantes para la construcción de la identidad de los sujetos). En este proceso se ubica la educación, en cuanto espacio de formación de identidades culturales. La escuela, entonces, se ve no sólo como mediadora de lenguajes, impulsadora de valores, saberes y formas de ver el mundo, sino como una instancia que funciona en los campos cognitivo y afectivo, a fin de generar procesos de socialización y de regulación social. Así, la escuela se convierte en escenario de evocaciones de nuestra memoria cultural, de imágenes del pasado y de proyección del futuro.

El niño debe ser consciente de que las palabras le sirven para construir sus pensamientos respecto a la realidad y expresarlos, y para manifestar sus sentimientos frente a la realidad, así como para conocer los pensamientos y sentimientos de los demás.
Este proyecto de área se orienta a que exista una verdadera continuidad en los tres niveles de la educación formal. Por ello se fijan objetivos, estándares y logros que se han de ir alcanzando progresivamente y los contenidos se van ampliando y profundizando a medida que se avanza en los niveles educativos. A los padres se ha de explicar que el desarrollo del lenguaje y el aprendizaje de la lengua no dependen de contenidos ni normas sueltas, ni todos deben repetir lo mismo. Se tendrá en cuenta el nivel de desarrollo de los estudiantes y la diversidad de la gente, porque el lenguaje sirve para que cada persona se exprese como realmente es.

Desde el nivel de preescolar y de básica primaria, el niño aprehende a manejar su lengua como instrumento de comunicación, de pensamiento y conocimiento. En este nivel el énfasis recae sobre lo práctico y lo nocional.

En el nivel de educación básica secundaria y media vocacional los estudiantes analizarán su lengua, es decir, estudiarán sus diferentes elementos, las relaciones que se dan entre ellos y su funcionamiento; por lo tanto, la lingüística entra a formar parte de los contenidos del Área. Es decir, que en estos niveles se toma la lengua como objeto de conocimiento y lo práctico y natural se conjuga con el estudio consciente que el estudiante hace de su lengua nativa.

En todos estos niveles se plantea una orientación hacia la significación, asumiendo la lengua como elemento cultural, más allá de lo instrumental y de reducirlo como medio para lo meramente lingüístico. Por ello es necesario reconceptualizar permanentemente lo que se está entendiendo por leer, escribir, hablar, escuchar, y asignarles una función social y pedagógica claras dentro de los procesos pedagógicos de la institución, y respecto al desarrollo de los Proyectos Educativos Institucionales.

El estudio de la gramática, ortografía y caligrafía, sigue vigente aunque no aislado. Es fundamental que el estudiante tenga un conocimiento de cómo se organizan las oraciones en el discurso y cómo funciona nuestra lengua. Ese conocimiento ayudará a comunicar todo tipo de mensajes. La ortografía y la caligrafía también servirán para que los demás puedan leer los escritos de los estudiantes.

 Dentro del enfoque orientado hacia la significación el desarrollo de las competencias cobra sentido si se logra evidenciar una serie de actuaciones o desempeños discursivos o comunicativos particulares. Las competencias se definen en términos de las capacidades con que un sujeto cuenta para desarrollar determinada actividad o proceso. Las competencias deben constituir, por tanto, unos referentes u horizontes que permiten visualizar y anticipar énfasis en esta propuesta curricular, ya sea alrededor de proyectos pedagógicos o de trabajos a nivel de talleres dentro del área de humanidades. Desde aquí se propone que la orientación hacia la significación y la comunicación deben estar presente en la propuesta curricular de la institución, tomándose como horizonte de trabajo. Debemos pensar en una propuesta curricular organizada en torno a la interestructuración de los sujetos, la construcción colectiva e interactiva de los saberes y el desarrollo de competencias.

Veamos algunas competencias asociadas con el campo del lenguaje:

 Una competencia gramatical o sintáctica referida a las reglas sintácticas, morfológicas, fonológicas y fonéticas que rigen la producción de los enunciados lingüísticos.

 Una competencia textual referida a los mecanismos que garantizan coherencia y cohesión a los enunciados y textos.

 Una competencia semántica referida a la capacidad de reconocer y usar los significados y el léxico de manera pertinente según las exigencias del contexto de comunicación.

 Una competencia pragmática socio-cultural referida al reconocimiento y al uso de reglas contextuales de la comunicación.

 Una competencia enciclopédica referida a la capacidad de poner en juego, en los actos de significación y comunicación, los saberes con los que cuentan los sujetos y que son construidos en el ámbito de la cultura escolar o socio-cultural en general, y en el microentorno local y familiar.

 Una competencia literaria entendida como la capacidad de poner en juego, en los procesos de lectura y escritura, un saber literario surgido de la experiencia de lectura y análisis de las obras mismas, y del conocimiento directo de un número significativo de éstas.

 Una competencia poética entendida como la capacidad de un sujeto para inventar mundos posibles a través de los lenguajes, e innovar en el uso de los mismos. Esta competencia tiene que ver con la búsqueda de un estilo personal.

Este conjunto de competencias apuntan a su vez a una competencia comunicativa, entendida como el conjunto de posibilidades que tiene un estudiante para comprender, interpretar, organizar, concertar y producir actos de significación a través de distintos sistemas de signos lingüísticos y no lingüísticos. Esta competencia comunicativa se relaciona íntimamente con las exigencias y los retos que le plantea el medio sociocultural al estudiante.

Como mecanismo para desarrollar y fortalecer esta competencia comunicativa en los estudiantes se tomará como base el aspecto oral y la lectura, comprensión e interpretación de diversos textos, teniendo en cuenta que estos exigen unos saberes particulares se buscará que los textos no solo se relacionen con los fenómenos del lenguaje y la literatura, sino con otros referentes conceptuales que pertenecen a la vida académica y cotidiana del estudiante. (Textos científicos, publicitarios, de información cotidiana, etc.).